El deber de la juventud.
- Juventud Vanguardista Costarricense
- 20 mar 2024
- 2 Min. de lectura
Por Camila Rojas
Militante de la Juventud Vanguardista Costarricense.
¡Atención jóvenes de todas las provincias!
Atiendan la honorable causa que sin decirlo, nos es encomendada. Como juventud tenemos una labor revolucionaria que desde tiempos inmemoriales se ha querido reprimir: la incidencia en nuestras propias vidas. Estamos acostumbrados a que los adultos manejen todos los aspectos de nuestras vidas, en la política, en lo económico, en la familia; pero es momento de que nos pongamos en pie y nos volvamos una parte integral de estos ámbitos, y les hagamos saber que nuestra opinión es válida. ¡Que sepan que no por ser jóvenes somos tontos! Es momento de que seamos escuchados, y si esto no sucede por deliberación, ¡nos haremos escuchar por nuestras cuentas! Nunca más deberemos dejarnos pisotear por las personas mayores, que nos hagan menos, que nos llamen exagerados, que nos insulten. No permitamos que ninguna autoridad, profesor, familiar o político nos diga que somos y que no somos. Es deber nuestro mejorar el país y el mundo en el que vivimos; ya que el destino de este se encuentra en nuestras manos.
En nuestra honorable lucha tenemos un enemigo en común: la ignorancia. No hay mejor manera de ejercer nuestra labor que manteniéndonos como personas informadas, críticas y analíticas. Bajo este fundamento debemos tomar en cuenta que nos queda mucho por aprender de las generaciones que nos preceden. Así que pongamos atención, preguntemos, cuestionemos ideas, seamos curiosos y siempre abiertos a aprender. Además deberemos aprehender una serie de valores que como juventud debemos respetar con el fin de ejercer nuestra labor revolucionaria: La solidaridad, a nuestros hermanos y hermanas de todas las edades en condiciones menos afortunadas que las nuestras, siempre buscando ayudar a quienes mas lo necesitan; y con los pueblos de otras naciones, aquellos desplazados y en condiciones de guerra, pobreza o hambre y que cruzan nuestro país —ante esto deberemos siempre condenar la xenofobia y la discriminación—. Y además el respeto, no solo a nuestro prójimo sino también a los seres con los que compartimos este planeta, procurando mantenerlo siempre limpio y habitable. Al final, ¿que no es este nuestro único y querido hogar?
¡Comprometámonos a cumplir la encomienda que como juventud nos corresponde! Marchemos juntos hacia el éxito siempre de la mano de la verdad, la justicia, el respeto y la solidaridad. ¡No tengamos miedo de luchar y cumplir nuestros sueños: ingenieros, artistas, atletas, personas de ciencia… somos capaces de todo eso y más! Cumplamos nuestro deber, y hagamos de este país un mejor lugar.
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